Con el tango como excusa, numerosos aficionados a la música se dieron cita el último sábado 24 de mayo en La Nueva Casona de Colombres, de la ciudad de Buenos Aires. A las 21.30 horas, ante una sala colmada de espectadores, Chiquito Siccardi dio comienzo al espectáculo titulado “La historia ilustrada del tango”, un recorrido musical y didáctico sobre los orígenes, el desarrollo y la evolución del tango en nuestro país. Organizado por la Agrupación Honorio Siccardi (dedicada a la promoción y difusión de la música argentina y latinoamericana) el evento representó su primera intervención pública en Buenos Aires, desde su reciente conformación.
Durante poco más de dos horas Chiquito Siccardi deleitó al auditorio no sólo con la interpretación al piano de algunos de los más significativos tangos rioplatenses: El Esquinazo, Los Mareados, Mañana zarpa un barco, Milonguero viejo, Adiós Nonino, por nombrar algunos, sino además con el atractivo despliegue de la historia del género, hilvanada armoniosamente a través de una miríada de sabrosas anécdotas.
“No sé ustedes, pero yo realmente me siento como en casa”, reconoció agradecido el artista cuando promediaba su show. Entre el público también primaban la calidez y distensión que la interpretación musical, los relatos y el ambiente de La Casona habían generado. Además, la presencia de numerosos dolorenses contribuía sin duda al clima familiar y acogedor que se respiraba en el lugar.
Antes del final del espectáculo, para sorpresa de todos, la cantante Mariela Ciuró convidó al público con una deliciosa interpretación –acompañada al piano por Chiquito- del tango “Nada”
Después de los aplausos, la noche se cerró con una ronda de vino y empanadas, como todo encuentro de amigos.
Durante poco más de dos horas Chiquito Siccardi deleitó al auditorio no sólo con la interpretación al piano de algunos de los más significativos tangos rioplatenses: El Esquinazo, Los Mareados, Mañana zarpa un barco, Milonguero viejo, Adiós Nonino, por nombrar algunos, sino además con el atractivo despliegue de la historia del género, hilvanada armoniosamente a través de una miríada de sabrosas anécdotas.
“No sé ustedes, pero yo realmente me siento como en casa”, reconoció agradecido el artista cuando promediaba su show. Entre el público también primaban la calidez y distensión que la interpretación musical, los relatos y el ambiente de La Casona habían generado. Además, la presencia de numerosos dolorenses contribuía sin duda al clima familiar y acogedor que se respiraba en el lugar.
Antes del final del espectáculo, para sorpresa de todos, la cantante Mariela Ciuró convidó al público con una deliciosa interpretación –acompañada al piano por Chiquito- del tango “Nada”
Después de los aplausos, la noche se cerró con una ronda de vino y empanadas, como todo encuentro de amigos.
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